Hoydia tuve prácticamente todo el día para leer para la u, entonces como persona responsable y estudiosa que soy, me puse a dibujar el cuarto día del desafío y ahora escribo este post viendo Cosmos (que viva Neil DeGrasse Tyson y su nave interestelar #NoSomosNada).

Me encantan los días sin calor infernal y creo que hoy logré comprobar que cuando la temperatura baja, mi productividad aumenta exponencialmente, por lo que mi promesa de campaña presidencial 2017 (o 2018 estoy viendo cosmos y no puedo hacer cálculos matemáticos) sigue en pie y si me eligen presidente de la república pondré aire un acondicionado gigante desde Arica a Magallanes (y baños en las estaciones de Metro).

En el cuarto día me desafiaron a dibujar mi lugar favorito, me senté a recordar por harto rato cuales han sido los lugares que me han hecho pedirle a los cuatro vientos que se detenga el tiempo y para quedarme ahí para siempre.


Pensé en varios... principalmente el sur de Chile, Nueva Zelanda y donde sea que esté mi mami, pero ninguno me evocaba esa sensación de querer vender todo y salir corriendo a comprar pasajes. Sin embargo en el fondo de toda mi cavilación se repetía una y otra vez un lugar, un muuuy especial lugar, probablemente muy fome y poco extremo para algunos (asumo que para la mayoría), pero que no será sorpresa para aquellos que me conocen.

Ese lugar mágico e infinitamente especial para mi es, señoras y señores...

Ayayay mi cama... puede sonar profundamente triste para muchos, pero mi cama es el lugar mas amado, aquel lugar que duele abandonar en la mañana y que se extraña todo el día. Obviamente no puedo comparar una pieza de cuatro paredes al lago Llanquihue, pero tampoco es mi pieza el lugar favorito, sino que mi cama, sólo mi cama, mi cama mi cama.

Y por qué en la mañana? Muy simple mis queridos lectores (mamá), porque no hay sensación mas bonita que poder quedarse en la cama en la mañana y ver como entra los primeros rayos de luz de amanecer, sabiendo que te puedes quedar calentito y cómodo con los ojos semi-cerrados. Felicidad pura. Además que cuando te quedas en la cama pasado las 12 esa felicidad pura se comienza a transformar en flojera y luego en lata por estar perdiendo el día, para terminar en la mas profunda y abrumante crisis existencial de sentir que estás desperdiciando tu vida y dolor.

Y ya no se que más escribir, tengo que preparar una presentación para mañana y bañarme, así que mejor termino.

Amor eterno para todos como siempre y esta noche cuando procedan a acostarse, aprecien su cama y duerman como no han dormido en muchas noches.

Besos y Abrazos.